Evolución

El gato miraba el techo blanco siguiendo nuestras sombras que se movían con tanto frenesí.
El gato quizás se sentía un poco perdido al escuchar tantos cantos sin habla.
El sillón se unía a mi cuerpo, el sillón emitía el calor necesario para pasar la noche inmóvil.

Y mis noches se acortaban como las faldas de las colegialas.
Y yo carecía de moralidad otra vez, reprimiendo al ser lucido que quería ser.

Mientras todo estaba azul yo te escribía en celeste claro.
En esa mañana había amanecido normalita, tomando la agüita de menta que mi madre cedió.
Recordaba cuando tus mandíbulas huían sobre el cielo raso, yo estaba apoyada en tu regazo mal encantado y volvía al inicio de tu mal juicio pensando en todo lo que perdí.

Sinceramente no me importaba tu silencio, no me calentaba tu fuego ni tus mañanas, ni siquiera sabia que éramos en ese entonces.

¿Entonces que nos quedaba?
Somos cuerpos distantes, somos cuerpos olvidados, somos seres que por gratitud nunca hemos sido nada. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que belleza darme un placer interno al gozo de mi alma al leer tanta belleza, es llenarse de sabiduría el leer cada de tus frases...realmente eres un ser evolucionado y divino ahora vuelvo a entender, que es lo que veo en instagram, porque tus fotos , los paisajes tu escritura.... felicidades, un gusto conocer un alma tan bella y a la vez tan hermosa, que el gran universo te llene de paz , armonía y mucha sabiduría. Seguiré disfrutando de cada palabra que encuentro en este blog para llenarme más de amor eterno.Gracias por encontrar lo que tanto en buscado.